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Yo también quería ser Mia Colucci

  • Foto del escritor: David Arebalo
    David Arebalo
  • 6 ene 2022
  • 5 Min. de lectura

Por David Arebalo


“Qué difícil es ser yo” dice Mia Colucci, el personaje más recordado de la generación de adolescentes latinoamericanos del 2000 ́ qué se sentaban frente al televisor. Las nacidas en los 90’ éramos apenas unas niñas- y porque no niños- en la qué nos queríamos identificar y encontrar frente al espejo con el flequillo desmechado qué imitamos del personaje, colocandonos perfume e imitando la frase celebre: “Antes muerta qué usando nacional”. Aunque claro, seamos sinceros, nuestro aroma a “Carolina Herrera” siempre fue una imitación. Ser hegemónicamente linda, sensualmente virginal y extremadamente rica como deseos inalcanzables de la población hispanohablante qué se encuentra en una región sumergida en la pobreza por las políticas neoliberales.


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A la izquierda Luisana Lopilato en la versión Argentina "Rebelde Way"- A la derecha Anahí Puentes siendo Mia Colucci


Corría el año 2002, la Argentina estaba naufragando por la crisis social, política y económica del 2001 tras la caída del gobierno de Fernando De la Rúa, y se instaura luego de cuatro presidentes en una semana, el gobierno transitorio de Eduardo Duhualde. Para ese momento ( y no muy diferente de la actualidad) la pobreza azotaba a la mitad del país. En ese entonces, la televisión era el dispositivo predilecto para acceder a la información y por sobre toda las cosas el entretenimiento, toda una generación esperaba el horario de las 20 para sintonizar “Azul Tv” ( Canal 9 de ese entonces) y comenzar a cantar “pase lo qué pase” mientras se veía a una joven Luisana Lopilato despertando en un cama en forma de corazón, mientras la mucama le abría las ventanas del cuarto y entraba la luz del día- jamás decir pieza, porque es ordinario- diría Mia Colucci, el personaje qué interpretaba Lopilato.


La serie en cuestión, es Rebelde Way (2002-2003) una telenovela de la factoría Cris Morena, qué relataba la historia de cuatro adolescentes (Mía, Pablo, Manuel y Marizza) sumergidos en una escuela ficticia de la alta sociedad porteña, denominada “La Elite Way School”. En un mundo globalizado, rápidamente el éxito de la tira produjo qué se exportará a varias partes del mundo, incluido Israel a través de la asociación Cris Morena Group y Yari Dori International.


Pero, la aldea global siempre necesita captar las particularidades de cada región y se hicieron varios remake de la telenovela, es así qué México decidió hacer su propio “Rebelde” (2004-2006) con actores más grandes de edad y un melodrama más identificado con el público latino, qué siempre supo conquistar la megaindustria de Televisa, y así logró superando la popularidad de la versión original. Aunque la estructura narrativa fue la misma qué la telenovela de Cris Morena, en Rebelde casi todos los personajes cambiaron de nombre y la banda de música RBD tomó una mayor relevancia y con canciones muy distintas a la versión Argentina.


Si hay algo qué Rebelde conservó en su totalidad fue el personaje de Mia Colucci, papel qué en la versión mexicana estuvo a cargo de Anahí Puentes y supo construir una versión aún más superficial y vanidosa qué la de Lopilato. Para los fandom qué armaron la Wiki de Rebelde la describen como “una niña caprichosa y rica” y qué el amor de Manuel/Miguel la transformarán a lo largo de la tira. Mía siempre está preocupada por su pelo, qué no le salga “rollitos” en la panza o de no comer algo qué la engorde. También renueva su guardarropa por completo cada temporada con las mejores marcas, y regala lo anterior a sus compañeras de la escuela “por qué ya lo usó tres veces”. Esta conservación del personaje no es casual, sino construye perfectamente la idea aspiracional de la feminidad latinoamericana, en la qué utilizando un nombre afrancesado como el Mia Colucci, le quita todo origen hispanohablante y es el personaje qué más ha viajado por el mundo con un padre megaempresario a quien le decía “daddy” de forma referencial y coloquial del inglés. Incluso, en la versión original cuando Mia no estudió para la lección de historia e improvisa una respuesta para la profesora, sostuvo qué si triunfaban las invasiones inglesas nos hubiera quedado el legado de los ingleses y el 25 Mayo desfilaron la reina de Argentina, teniendo “mejor cultura”.


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se especulaba con que la actriz Azul Guiata sea la nueva Mia Colucci

Mía no solo es un estereotipo de belleza, sino qué conforma el personaje más aspiracional de la feminidad hegemónica del momento, ya qué es “super sexy” pero conserva muchísimo tiempo la virginidad y es uno de los temas qué centra la discusión con Manuel/Miguiel su pareja ficcional. Hay escenas muy cuestionadas (principalmente en la Argentina) en la qué Mía es casi violada por quien decía amarla y esto fue tomado como parte de una “peleita” de dos adolescentes enamorados. Colucci era un ideal qué construye la feminidad para cualquiera qué necesitara representarse allí, sea del género qué sea.


En 2022, Netflix estrena “Rebelde” una serie qué continúa la historia del Elite Way School de la versión mexicana con nuevos personajes pero con claras referencias a la historia nucleo de RBD. Antes de su lanzamiento y esperando un ramake total de la serie, se especula con qué Azul Guaita sea la nueva Mia Colucci, tras aparecer en los spot con un flequillo desmechado como lo usaba el personaje en los 2000 en las dos versiones y tantas figuras del ámbito público lo portaban como la mismísima Cristina Kirchnner.


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Luka Colucci "2022" interpretado por Franco Mansini

Pero los tiempos han cambiado, y Netflix de manera inteligente toma el personaje de Luka Colucci, un chico gay qué conserva la personalidad de Mía pero qué le otorga a un público qué en los 2000’ escondia su fascinación por lo majestuoso de lo femenino solo en personajes de mujeres. Luka es arrogante, rico y tiene un sentido muy cuidado de la estética elitista, y se promueve como el sobrino de Mia en esta nueva versión para la plataforma de televisión On demand. Además el personaje está interpretado por el actor argentino Franco Mansini, siendo el único referente rioplatense de la serie, en una clara alineación con las dos versiones de Mia y dejando satisfechos a los múltiples debates entre Anahi y Luisana por la interpretación.


Aunque el Colucci del 2022, entre de manera extravagante al Elite Way School diciendo “Bienvenidos a todes” y sus formas de actuar sean más sarcásticas qué caprichosas. Hay algo qué a los latinos nos fascina de la manera de ser del personaje en sus formas más alejadas de la cotidianidad de nuestros contextos en crisis, y de emergencias permanentes sobre la calidad de vida qué llevamos. Porque para Mia Colucci “no hay imposibles” y sus preocupaciones eran totalmente superficiales como las qué se presentan en los primeros capítulos a Luka en su visión altanera y muy promocionada por redes sociales. Porque aunque nos muestren un Colucci homosexual o se les hubiera ocurrido a Netflix crear un personaje transexual o no binario, lo qué realmente nos fasina de Mia es qué sus problemas son de una “niña rica blanca qué tenia todo menos amor”. En estos tiempos difíciles para la coyuntura de latinoamérica, queremos aunque sea un ratito volver a decir banalmente: “sabes lo difícil qué es ser yo” en una sociedad qué nos presenta desafíos cada vez más complejos.


 
 
 

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