top of page

Cantando por Tinelli

  • Foto del escritor: David Arebalo
    David Arebalo
  • 12 ago 2020
  • 3 Min. de lectura

Marcelo Tinelli es considerado el conductor más exitoso de la televisión argentina y desde el 2005 construye “Showmatch”” a partir de la mediatización del mega género: humor, emotividad, escándalo y peleas que están combinadas con certámenes de baile, canto y/o patinaje artístico con las figuras más emblemáticas y novedosas del mundo del espectáculo: ¿Podrá sostenerse el “Tinellismo” que analiza Carlos Mangone, teórico y analista del campo de la comunicación, más allá de su conductor?


La pantalla no se abre ante la entonación de Twist and Shout de The Beatles, ni se escucha “buenas noches América” emitido por la voz del hombre que supo conquistar a la audiencia. “Cantando 2020” inició sin ninguna apertura multitudinaria en diversos espacios ni coreografías de los ballets más profesionales del país con despliegues de camarógrafos y diseños técnicos. Sus conductores son el periodista de espectáculos Angel de Brito y la bailarina Laura Fernández, con presencias de muchas críticas en las redes sociales.


Tinelli está y no está en el certamen. Su aparición es por la red social Twitter, en la que expresa su apoyo o descontento con los vaivenes del certamen, tal como expuso la idea de no incorporar canciones en inglés al certamen: "Coincido con Pepito Cibrián Campoy! Me gusta la música cantada en español! ¡Te banco Pepito!" declaró el conductor para marcar el estilo musical del programa. Siguiendo a Carlos Mangone, “el Tinellismo” es reafirmar el personalismo y acentúa la disolución de géneros televisivos (Incluso los que crea). Tinelli se proyecta por fuera de la televisión: opina como cualquiera, está desde su casa y discursea como si no fuera a leerse su twitt fuera de la red social. “Marce” aparece fugazmente para sostener un lazo con el público como si fuera “un tipo común.”


ree

“Cantando 2020” se instala en la grilla televisiva con la necesidad de recuperar las formas de consumos culturales específicos a lo desatento del universo hogareño, y se incorpora dentro de la cotidianidad. Tal es el conservadurismo del estilo del programa, que a la tercera emisión tuvieron que incorporar la musicalización de clásicos para las devoluciones del jurado para marcar lo positivo y lo negativo del discurso en la teatralización de la realidad. Aunque con los ajustes van logrando la composición del reality show, la ausencia de Marcelo Tinelli deja entrever las dificultades de ocupar el rol coordinador del equipo de trabajo de Angel de Brito y Laura Fernandéz, quienes son constantemente cuestionados en las redes sociales e incluso por la jurado Moria Casán, quien pedía mayor participación de Brito en la conducción y derivó en un escándalo. Las peleas del show no logran la mediación precisa televisiva porque no hay un claro liderazgo para lograr el espectáculo necesario para ser tendencia en todos los otros programas.


Tinelli no vuelve al Trece, su pelea con el Grupo Clarín es cada vez más explícita, y los rumores de que comenzará Showmatch en la Televisión Pública suenan fuerte tras su incorporación al Consejo Contra el Hambre. ¿El Estado también se hará cargo del megashow que los privados ya no pueden bancar? Sabemos que la televisión está en la crisis de su lenta agonía frente a los nuevos servicios de las plataformas streaming y redes sociales que han diversificado el contenido de “lo familiar” para apostar a los contenidos individuales y personalizados a partir de las sugerencias por los algoritmos que toman las plataformas.


“Cantando 2020” es la apuesta de la reunión frente al televisor con el horario prefijado, es el retorno a lo efímero del vivo televisivo con la combinación de lo predecible de un show marcado por la tendencia del minuto a minuto como expresa Pablo Alabarces, especialista en cultura popular y masiva: “El principio que ordena el show es la redundancia, todo sucede dos veces –y también tres. Nada pasa en el programa sin que Tinelli lo cuente antes a los gritos (...) Tinelli entiende que su público es idiota y le explica todo antes, por las dudas no se entienda.” Con o sin Tinelli buscamos evadir la agobiante vida pandémica. Solo queda sentarse, prender la tele y ¡A mirar!


 
 
 

댓글


  • Instagram - White Circle
  • Facebook - White Circle
bottom of page