El mundo del revés
- Florencia Calderon
- 17 sept 2018
- 3 Min. de lectura
“El subdesarrollo no es una etapa en el camino del desarrollo, sino que es el resultado histórico del desarrollo ajeno, es decir, del capital y la riqueza acumulada de los países centrales.”
Pablo Tavilla, Licenciado en Economía de la Universidad de Buenos Aires

¿Y vos, porqué te viniste de allá?
- Porque en la capital de Colombia, Bogotá, sólo hay dos universidades públicas y el acceso es limitado para unos pocos, al igual que el acceso y la permanencia en la privada.
De manera contraria, en Argentina la universidad es pública, gratuita y laica. En los últimos años se han creado 17 nuevas universidades, el objetivo: garantizar el acceso y la permanencia de todas y todos los que quieran estudiar en el país.
-La universidad es tan cara que los bancos incluso otorgan créditos para que se pueda pagar la cuota semestral de la carrera universitaria.
Hoy, la educación pública argentina está en peligro. El Estado Nacional recortó el presupuesto en 3 mil millones de pesos. Las condiciones edilicias son paupérrimas, los salarios de los docentes -y de todos- cada vez pierden más su poder adquisitivo, la permanencia es aún mucho más difícil.
Christian, al igual que muchos otros extranjeros dejó su país, sus amigos, sus familiares en busca de un futuro mejor, menos desigual, en donde por alguna vez un Estado, un Otro, lo tenga en cuenta.
Argentina tiene en su totalidad 57 universidades públicas a lo largo del país. Un Estado que invierte en educación está haciendo una inversión a futuro. Un Estado que no es capaz de garantizar el acceso y la permanencia en colegios y universidades sólo está vendiendo el futuro y con esto, la independencia; está gestionando la dependencia económica y cultural a largo plazo. Mientras los países dominantes se expanden y pueden auto impulsarse y decidir su futuro, los países dependientes sólo pueden crecer como un simple reflejo de las decisiones de los otros, quedando en una situación de retraso, subordinación y explotación.
-Incluso salió un informe/documental de que Colombia es el tercer país más inculto, además de que hay familias que se endeudaron en 40 y 50 años pagando los créditos estudiantiles.
Las oportunidades generalmente no son para todos. El Estado debe garantizar la soberanía nacional, la seguridad, la justicia, la educación y una buena calidad de vida otorgada por obras o instituciones públicas. Las universidades no sólo deben ir al barrio, sino que especialmente deben ir al barro: porque el cambio está ahí, en la calle.
La mejor foto es la de los miles de pibas y pibes egresados, estudiando, trabajando y construyendo un país mejor. La mejor foto es una universidad del pueblo y para el pueblo, donde los sectores más vulnerables dejen de estar postergados y se empoderen. La mejor foto es la de un país soberano y para lograr ese propósito nada mejor que la inversión en ciencia, en educación, en cultura para dignificar a los miles de pibas y pibes que anhelan una vida más próspera.
Por eso, si tantos inmigrantes viajan miles de kilómetros dejando atrás sus países en busca de educación de calidad ¿por qué el Estado aún busca destruir nuestras casas de estudio? ¿Por qué quieren hacer eso, si la mejor foto es la de un mundo menos desigual, menos al revés y totalmente independiente? La mejor foto es donde todas y todos puedan estudiar y cumplir sus sueños sin barreras económicas ni culturales. La mejor foto va a ser siempre la de una Latinoamérica triunfando, más libre y más autónoma.
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