top of page

Macho, cerrá las piernas

  • Foto del escritor: Florencia Calderon
    Florencia Calderon
  • 12 ago 2018
  • 2 Min. de lectura

Desde pequeñas nos han enseñado a vivir con miedo. Miedo de no ser aceptadas, miedo del que dirán, miedo de ser golpeadas, miedo de ser violadas, miedo de hablar e incluso miedo de callar. Que legado más triste e injusto.


En un principio - ¿sólo en un principio? – pareciera que la culpa siempre es nuestra. Se han entrometido en nuestro cuerpo y nuestra psiquis: nos han asegurado que la sexualidad es sólo para reproducción. A partir del debate generado por el proyecto de legalización del aborto se han destapado algunos comentarios sexistas que se vienen repitiendo hace años, entro ellos: CIERREN LAS PIERNAS. Si no querés tener hijos, cerrá las piernas; si no querés que abusen de vos, cerrá las piernas.


“¡Cierren las piernas, putas!” Se reproduce en varios comentarios de la red social de Facebook. No, señora, esta vez las estoy abriendo casi en contra de mi voluntad. Las abro tan ampliamente que casi aparento estar elongando. Casi nunca hago esto, pero hoy si disfruto mucho de hacer algo que le molesta -aunque también me moleste a mi-; estoy abriendo mucho las piernas, pero aun así no estoy insinuando -como usted cree- más que lo que quiero lograr: que ÉL cierre las piernas.


Todo este tiempo nos presionaron para que cerremos las piernas. La sociedad ha buscado incluso controlar nuestra sexualidad: la abstinencia sexual el mejor anticonceptivo. Cerrar o abrir las piernas siempre estuvo relacionado a nuestra escasez o la abundancia de sexo, en cambio, abrir las piernas para él no implicaba nada sexual, siempre fue más cómodo, como si sus testículos necesitaran ocupar un asiento adicional.


Viajar en el transporte público requiere en oportunidades soportar algunas cosas, aunque la que casi todo el mundo desea evitar es el contacto físico: tocar manos, rozar piernas, agarrar pelos, entre otras. Hoy, ya no quiero, ni debo, soportar lo que vengo soportando hace años. Por eso, esta vez, decidí abrir las piernas, para que sienta lo que yo siento cada vez que se sienta a mi lado. Tu espacio es el mismo que el mío, así que te ruego que de ahora en adelante lo respetes, aunque en sí, no quiera utilizar todo mi asiento.


Me mantenía chiquita para no molestarlo al señorito, hoy ya no, hoy me digno a hacer lo que al mundo el molesta: voy a abrir las piernas las veces que sean necesarias, sólo para que comprendas que tu fisiología no te exige que ocupes mi espacio, es sólo la cultura que te enseño que así está bien.


Hoy esa cultura se está transformando, mañana ya no será la misma. Lo siento mucho, pero siempre nos dicen a nosotras que debemos cerrar las piernas, así que te voy a pedir que, a partir de ahora, cierres las piernas vos.



ree




 
 
 

Comentarios


  • Instagram - White Circle
  • Facebook - White Circle
bottom of page