Mi cuerpo NO quiere tu opinión
- Florencia Calderon
- 13 jul 2018
- 2 Min. de lectura
Por Florencia Calderón
Los subordinados deben obediencia eterna a sus superiores, como las mujeres deben obediencia a los hombres. Unos nacen para mandones, y otros nacen para mandados. El racismo se justifica, como el machismo, por la genética… Eduardo Galeano
El cuerpo como tabú. La mujer como espectáculo cuando está dentro de los estereotipos implantados por la sociedad. El cuerpo como tabú cuando no es para consumo. El cuerpo sin vellos, sin estrías, sin celulitis, con pechos grandes, nalgas grandes y piernas entrenadas. La mujer a la orden del sistema patriarcal que la coacciona a cumplir con su propósito: que sea objeto de satisfacción, que se convierta en una mercancía que genera placer y disfrute. Y cuando esto no suceda, que ésta sea descartada. La mujer se convierte en objeto que debe servir no sólo para algo, sino principalmente para alguien.
La mujer de a poco y en su socialización, en el transcurso de su crecimiento, es convertida en un objeto sexual. Se la cosifica. Se la separa de sus cualidades para sólo pensarla a partir del sexo, donde lastimosamente ella queda fuera del goce.
Actualmente circula por internet una foto de Wanda Nara y Mauro Icardi en la playa; ambos parecen disfrutar de la naturaleza. No obstante, los que no parecen disfrutarla son los que se encargaron de recalcar la celulitis de las piernas y glúteos de Wanda. Lluvia de críticas por todos lados: mujeres, hombre y otres se encargaron de defenestrarla. La publicidad y los medios se encargan de cosificar aún más a la mujer, buscan en ella la perfección de un cuerpo que aún no existe y que desesperadas y por temor a la crítica tratamos de cumplir con esas expectativas, aunque incluso no nos hagan felices.
Para la publicidad un cuerpo real no es vendible y eso precisa constantemente que éstos sean retocados hasta alcanzar el tipo ideal de belleza. De igual manera, Jimena Barón comparte en su cuenta de Instagram una foto de su cuerpo sin retoques, sin ediciones, con la simple finalidad de quebrantar la imagen de un físico perfecto. Tratamientos, cirugías, gimnasio, dietas estrictas, diuréticos, laxantes, vómitos, todo eso y más sólo para ser mínimamente aceptada por la sociedad.
Al patriarcado le molesta que tu cuerpo no sea para consumo, le molestan tus "imperfecciones", le molesta tu naturalidad, le molesta que puedas decidir y no quiere entender que tu cuerpo es tuyo y sólo tuyo; que sólo vos podés decidir qué hacer con él; que podés elegir con quién vestirte y con quién desvestirte.
Para la sociedad, la mujer sólo debe abrir la puerta para ir a jugar siempre y cuando entretenga a otro. Pero si esta vez, hermana mía, te preocupás -o no te preocupás- por vos misma estate segura de que inmediatamente te van a señalar...

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