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“No es necesario ser solemne para ser serio, ni ser serio para ser creíble”

  • Foto del escritor: Anónimo
    Anónimo
  • 4 dic 2018
  • 5 Min. de lectura

Por David Arebalo.


Las indagaciones científicas muchas veces no logran masividad por estar cargadas de lenguaje técnico- académico. Carolina Duek habla de las investigaciones que realiza en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) sobre las infancias de manera clara, precisa y con ejemplos pragmáticos (casi teatralizados).

La investigadora dice que no quiere hacer dormir a sus alumnos de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y los interpela con ejemplos cotidianos tal como lo hace en su columna “Vicios Culturales” en el programa radial Metro y Medio. Propone pensar las infancias sin tanto romanticismo y con una metodología cuantitativa muy precisa.


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Carolina Duek junto a Sebastián Wainraich y "Peto" Menahem en el programa "Pasapalabra"".



¿Han cambiado las infancias a partir de las nuevas tecnologías?


Sí y no. Hay un montón de cosas que han cambiado, que no pueden ser iguales porque hay una cantidad de información disponible y de dispositivos que modifican todo. Por ejemplo para estudiar, ya sabes que podes buscar algo en Google, eso lo modifica todo. Por otro lado, lo que da la investigación es que hay una cantidad de invariantes que tiene que ver con las modas, las tendencias. El lugar que ocupa la PlayStation puede ser el del soldadito hace 50 años atrás- Las infancias son totalmente distintas- es el gran discurso de los medios de comunicación. Yo no estoy muy de acuerdo con eso, si hay una gran cantidad de información disponible sobre las infancias y para las infancias, y dispositivos que modifican las nociones de tiempo y espacio. Las infancias no pueden ser iguales, porque el contexto se modifica, al igual que los discursos entorno de ella. Pero cuando hablas con chicos/as, se reconoce que el lugar que tienen algunas prácticas de la vida cotidiana es muy parecido al que tenían otras generaciones. Por ejemplo un montón de los que entrevisto me dicen que juegan al For Night, y cuando profundizas un poco no es tanto el juego sino que los amigos juegan ahí. Entonces, el pibe que no le gustaba el fútbol, pero jugaba porque todos jugaban, se replica igual a través del For Night. El valor está en la sociabilización no en el dispositivo, aunque por supuesto interviene.


¿Por qué aparece en los adultos el discurso de romantización de las infancias del pasado?


Es uno de los temas que en este momento más me ocupan. Una de las grandes herramientas que tenemos los seres humanos es la posibilidad de administrar nuestra propia memoria. Uno la va procesando, porque va seleccionando. Entonces hay una romantización de las infancias de los adultos, que tienen que ver con la libertad. Hoy es inconcebible que ningún niño este solo siete horas en la calle, porque cualquier juez de menores te saca la tenencia. Esta la idea de – nosotros con este cartoncito jugábamos- ahora ¿Le podemos exigir a las infancias contemporáneas que hagan de cuenta que no existe el mercado y se conforme con el cartoncito siempre? La respuesta es no, ¿le podemos dar un cartoncito y decirles –arréglate-? Por supuesto, pero no pueden desconocer el contexto en el que nacieron. ¿Podemos exigirle a ellos que sean, como nosotros nos acordamos que fuimos, es decir, la representación que construimos de nuestras experiencias? Es imposible desde lo fáctico no se puede hacer. Es injusto, porque es distinto replicar el pasado, sobre todo en una gran ciudad. La romantización de las infancias tiene que ver con un movimiento de auto conservación y auto preservación- no podes pensar la pasé como el orto, la pase como el orto, todo el tiempo- entonces, si no se daba bola por parte de los padres, se jerarquiza que estaba en el potrero con los amigos. La pregunta es: ¿Todos los días querías ir al potrero con tus amigos? Seguramente si te pones a profundizar, la respuesta es-y no todos los días no, pero sino me quedaba en mi casa solo, no tenía nada para merendar, no había nadie- ahí encontras una trama un poco menos romántica que- yo me iba y volvía cuando quería y jugábamos en la calle todo el día- porque hoy la circulación de autos en la ciudad es distinta que hace 50 años, antes la incidencia de un auto en una calle de barrio era de uno cada siete minutos, ahora es uno por minuto como mínimo, no se puede jugar al fútbol. Eso no tiene que ver con las infancias sino con el tránsito urbano.


¿Los chicos siguen mirando televisión?


Un montón. Es cierto que la conectividad al cable bajó en los últimos años con los servicios de streaming. Sí ven Netflix, la gran mayoría lo ve por la tele. Ya sea con un televisor inteligente o con algún dispositivo que se le agrega para hacerlo inteligente. No encontramos que no haya televisión, si encontramos la coexistencia, chicos que están con la compu, tablet o celular y la tele prendida. Lo que se modificó en los últimos cinco años es, lo que yo llamo la unidad mínima- ¿Ves tele? si ¿Qué? Cartoon- no se ve Hora Aventura, Topa, se ve el canal como unidad mínima, y eso replica en el discurso de los adultos que es- tenemos TN o C5N todo el día con o sin volumen-.

"Una de las grandes herramientas que tenemos los seres humanos es la posibilidad de administrar nuestra propia memoria".

¿Cómo llevas ser una Investigadora y twitear sobre Dalma Maradona, y que eso lo cite el diario La Nación?


El investigador puede tener una cuenta en Twitter hablando boludeces de un vestido de novia y no por eso deja de ser un intelectual serio. No es necesario ser solemne para ser serio, ni ser serio para ser creíble. Se cree que el rol del intelectual es en una biblioteca con la mano en la pera. Eso es de una generación que construyo el campo académico de una manera, que yo no comparto.


¿Cómo es dar clases en la universidad de manera descontracurada?


Para dar clases, no hace falta decir- La subjetividad contemporánea construye un tipo de vínculos- lo podes hacer más divertido, aunque no es un show, sino que lo hago con la convicción de que transmitir un contenido también es político, que la educación es política. Hay muchos docentes que no les importa si sus alumnos se duermen, porque el conocimiento no es divertido, estoy de acuerdo de que los docentes no somos payasos. Yo estudie comunicación y sé que la modificación al dispositivo de comunicación modifica la transmisión del mensaje. Entonces, ¿Cómo transmitir de manera clara una cantidad de conceptos que el alumno no sabe, sin dejar la precisión conceptual? Es difícil, pero no quiero que mis alumnos se duerman en mis clases, ni que dejen. Aunque no les pongo un nueve por cualquier boludez, soy muy exigente con la corrección. Eso no significa que tengamos que morirnos de embole en las formas.


¿Estás de acuerdo con no hacer un estereotipo de investigador?


Sí, está bueno poder decir públicamente que ves Intrusos, y no por eso decir que estás perdiendo tu tiempo. Yo creo que en un trabajo vinculado con la comunicación contemporánea es imposible prescindir de un programa como Showmatch, aunque no me banque un programa entero, algo tengo que ver. Para dar clases, para opinar, para hacer una académica informada. No puedo hablar de ello sin verlo. Uno de los grandes problemas que tiene el mundo académico contemporáneo es que se habla sin conocer. Hablar de todo, todo el tiempo está mal conceptual, política e ideológicamente. No puedo opinar de todo, yo no puedo opinar del FMI y el plan de pago, porque no soy economista, aunque me lo expliquen para tontos, ¿Yo que sé? No lo sé. Y es algo que tenemos que decir. En mi columna de radio hablo de mis conocimientos, puede o no gustar las formas pero no va en detrimento de mis trabajos de investigación que están súper evaluados y supervisados. El académico no hace lo que quiere. El trabajo es mucho y la exigencia es bestial, aunque trabajas de lo que elegiste y eso no es poco.

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